sábado, 25 de abril de 2015

Nusco, un lugar de ensueño

Parte II
Castillo Lombardo
El castillo de Nusco fue construido en época de los Lombardos en el siglo XI. Se convirtió en la residencia de Guglielmo, el último duque de la Puglia, y del rey Manfredi. Con el paso de los siglos, se convirtió en propiedad de varias familias feudales napolitanas: De Aquino, los Giamvilla, Caracciolo, De Aczia y los Imperiales.
En el año 1799, con la adhesión a la República Napolitana del entonces señor del castillo, Giulia Imperiale II, causó una revelión por parte de las tropas fieles al Cardenal Ruffo que atacaron el castillo, lo saquearon y prendieron fuego.
El terremoto de 1980 provocó daños irreparables dejando solamente el perímetro externo, que además son objeto de excavaciones arqueológicas.

Plaza de San Amato
Es la plaza principal de Nusco, que se encuentra situada a pocos metros de la Catedral. En el centro de la misma se encuentra la estatua de Sant'Amato, que representa la fe de los nuscanos hacia su Santo Patrono. La estatua es obra del escultor napolitano R. Marino y fue colocada en el año 1893.
En la plaza también se encuentra la Iglesia de San José, que fue construida en el año 1757, de estilo barroco tardío, reforzada con elementos de relieve decorativos. En su interior, se conserva un importante altar de mármol.

Catedral de San Amato
La Catedral lleva el nombre del Santo Patrono de Nusco, que fue el primer Obispo del pueblo, cuyos restos descansan en una cripta en su interior.
La fachada de la Catedral se encuentra realizada en piedra de la zona y cuenta con un campanario de 33 metros de altura, y una torre con reloj construida en 1891.  El interior está dividido en tres naves, que datan de los siglos XIII y XIV.

Iglesia de la Santísima Trinidad
El núcleo original de la Iglesia de la Santísima Trinidad, se remonta a finales del siglo XIV, aunque algunos historiadores de Nusco ubican su construcción en la segunda mitad del año mil, por pedido de Alfano I, arzobispo de Salerno.

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